En la madrugada del 2 de abril Azerbaiyán puso en marcha una campaña militar a gran escala contra Nagorno Karabaj sin precedentes desde 1994, cuando pidió el alto el fuego en la guerra contra Armenia.
A pesar de los tiroteos esporádicos entre ambos ejércitos a lo largo de los últimos veinte años, nunca antes se había utilizado artillería pesada ni aviación en la línea de contacto entre ambos países.
El día empezó con la noticia de que una treintena de soldados de élite azeríes habían atacado puestos fronterizos armenios con la ayuda de helicópteros de combate. Armenia confirmó una decena de bajas y la pérdida de hasta 8 puestos fronterizos en las zonas noreste y sureste de Karabaj.
El día empezó con la noticia de que una treintena de soldados de élite azeríes habían atacado puestos fronterizos armenios con la ayuda de helicópteros de combate. Armenia confirmó una decena de bajas y la pérdida de hasta 8 puestos fronterizos en las zonas noreste y sureste de Karabaj.
Según analistas políticos y militares, Azerbaiyán quería llevar a cabo una guerra relámpago para recuperar territorios que considera suyos, sin embargo la situación ha empeorado con la respuesta del ejército armenio.
El 3 de abril, cuando el pueblo armenio de Talish fue liberado junto a las demás posiciones perdidas por los armenios durante la primera noche de enfrentamientos, las tropas armenias encontraron los cadáveres de tres ancianos mutilados y fusilados por los azeríes. No tuvieron tiempo de dejar el pueblo antes del ataque azerí.
Posteriormente se confirmó la caída de una bomba en el patio de un colegio de primaria en la ciudad armenia de Martuní. Un niño de doce años falleció y otros dos están en situación grave.
El 4 abril la contrainteligencia armenia advirtió del posible despliegue de 60 combatientes del ISIS (Estado Islámico) en las filas del ejército de Azerbaiyán. Cabe recordar que 3000 ciudadanos azeríes forman parte del ISIS, de los que 400 han muerto en Siria e Irak y otros tantos han regresado a Azerbaiyán.
La gravedad de la situación es más notoria en la parte azerí, pues todos los pueblos limítrofes han sido evacuados. Los militares azeríes están destruyendo los puentes sobre el río Terter debido al avance de las tropas armenias.
En el otro bando, en Ereván, capital de Armenia, miles de voluntarios mayores de 18 años se están inscribiendo para ir al frente. Tal es la conglomeración, que se da prioridad a los veteranos de la primera guerra de Karabaj por su experiencia previa.
Un dato significativo es que Azerbaiyán ha utilizado contra posiciones armenias el sistema de lanzacohetes múltiples BM-30 ''Smerch'', arma de destrucción masiva que ha causado importantes daños materiales en los pueblos fronterizos.
Lo sorprendente es que la mayor parte del armamento utilizado contra Armenia es de fabricación rusa y precisamente Rusia se considera aliada estratégica de Armenia.
Los llamamientos de la comunidad internacional no han detenido a las partes implicadas y el silencio institucional demuestra que tanto Rusia como Turquía están llevando a cabo otra guerra encubierta por el control del Cáucaso. Rusia es aliada de Armenia y Turquía patrocina a Azerbaiyán, de población mayoritariamente túrquica, perteneciente a la rama suní del islam.
Tras cuatro días de batalla parece que el intento de Azerbaiyán ha fallado estrepitosamente.
Estas son las pérdidas en el bando azerí a 5 de abril:
- De 500 a 800 soldados muertos
- 2 helicópteros de combate MI-24
- 24 tanques T-90 (5% del total)
- 12 drones de combate de fabricación israelí
- 5 Vehículos de Combate de Infanteria BTR-90
- 1 Sistema de Vehículo Lanzacohetes Incendiarios TOS-1.
- 1 Sistema Múltiple de Lanzamiento de Cohetes BM-21 ''Grad''
- 1 Sistema Múltiple de Lanzamiento de Cohetes BM-21 ''Grad''
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