GENOCIDIO ARMENIO

El odio de los turcos a los armenios tiene sus raíces en el siglo XIX.
Los armenios siempre tuvieron mucho protagonismo en la vida social, cultural y económica del Imperio Otomano, ya que habitaban sus propias tierras, ocupadas por los turcos.
Absolutamente todos los campos de la sociedad turca estaban repletos de armenios. Los mejores arquitectos, militares, pensadores, constructores de Turquía eran armenios, incluso los consejeros de los sultanes.


A finales del s. XIX el Imperio Otomano iba perdiendo territorios en Europa (Balcanes) y lo único que le quedaba era Asia Menor (Armenia Occidental).
Los movimientos armenios de liberación nacional empezaban a actuar y luchar para recuperar la patria perdida, Armenia Occidental.
El Imperio Otomano tenía la misión de unir bajo un Imperio Turco todos los territorios desde el Mediterráneo hasta Mongolia. Este fenómeno se conoce como "Panturquismo". El sueño turco es anexionar Tatarstan, Uzbekistan, Taijikistan, Mongolia, etc. Rusia controlaba esos territorios y por esta razón fue enemiga de Turquía.  El pueblo armenio también estorbaba a los planes de los turcos, a pesar de que se encontraba en su propia patria, donde habitaba desde hace más de 7000 mil años.
Los turcos convierten a los armenios en ciudadanos de segunda clase. La tolerancia desaparece, se aplica la Ley Islámica. Esto significa que cualquier cristiano es inferior a un turco y debe obedecer y cumplir lo que se le ordene. Se suceden las violaciones, saqueos y asesinatos.
Entre los años 1895 y 1896 el Sultan Abdul Hamid II (El Sultán Rojo o El Gran Asesino) ordena el aniquilamiento de más de 300.000 armenios en Anatolia (Armenia Occidental).


En 1908 cae el Imperio Otomano y se implanta la República, gobernada por el partido de los Jóvenes Turcos (Ittihad ve Terakki).
Los Jóvenes Turcos prometían un Parlamento con la participación de todas las minorías (armenios, griegos, kurdos). Estas promesas dieron grandes esperanzas de paz a los armenios, pero éstos no sabían que aquellas promesas eran falsas y lo que les esperaba en realidad.
Los líderes de los Jóvenes Turcos eran Isamel Enver, Talaat Pasha y Ahmed Jemal. Todos estos dirigentes conocían muy bien a los armenios y la capacidad de los pensadores, escritores y periodistas armenios para poder movilizar a las masas y defenderse de cualquier agresión.
En el 1909 los Jóvenes Turcos llevan a cabo la matanza de 30.000 armenios en Adana. Después de ello, con la ayuda de Rusia, los armenios logran ganar batallas importantes al ejército turco.
El gobierno turco empieza a trazar un gran plan para acabar con todos los armenios. Aprovecha la I Guerra Mundial para encubrir el Genocidio.
La órden de exterminio fue firmado por el jefe del Gobierno turco, Talaat Pasha. Después del gobierno de los Jóvenes Turcos, Mustafá Kemal Atatürk toma las riendas del país y sigue con el Genocidio hasta el año 1923.
Durante la noche del 24 de Abril de 1915, en Constantinopla, las autoridades turcas detienen a más de 500 intelectuales, políticos, periodistas, escritores, religiosos armenios y les deportan a Anatolia, donde residía la mayor parte de la población armenia del Imperio Otomano. Casi todos los presos murieron torturados durante el camino y los que llegaron, murieron en el desierto de Siria.
Los turcos se habían propuesto borrar de la faz de la tierra todo lo armenio, la cultura, tradiciones y sobre todo la religión cristiana y expandir el Imperio Turco hasta más allá del Mar Caspio. No tuvieron piedad ni con los niños, ni mujeres, ni mayores, ni enfermos. Casi toda la población armenia del este de Turquía fue torturada y exterminada salvajemente.
Primero mataron a los hombres, después a sus hijos para que no crecieran y vengaran la muerte de sus padres. Finalmente mataron a las mujeres arrojándolas a los ríos (Éufrates y Tigris) y lagos (Van y Urmía). A las mujeres embarazadas se les rajaba y se les sacaba al niño que llevaban dentro.
Murieron más de 1.500.000 personas y otros millones tuvieron que huir.
Los armenios que sobrevivieron se esparcieron por todo el mundo. Fueron acogidos por Siria, Líbano, Francia, EEUU, Canadá y también países de Suramérica (Argentina,Venezuela).


En 1939 Hitler tomó ejemplo de este Genocidio para firmar la órden del comienzo del Holocausto Judío. Para convencer a sus allegados, dijo: "El exterminio judío se firmará lo antes posible, ¿quién se acuerda del exterminio de los armenios?"


Hasta el día de hoy, Turquía no reconoce el Genocidio Armenio, incluso culpa a los armenios de haber cometido masacres turcas.
Cada 24 de abril se conmemora el aniversario del Genocidio. En Armenia el monumento dedicado a las víctimas está en Tsitserrnakaberd, en Ereván.