25 may 2009

KIRK KERKORIAN


Billonario estadounidense de orígen armenio, su fortuna se estima en 17 mil millones de dólares. Ocupa el puesto 41º de las personas más ricas del planeta. Kerkorian nació el 6 de junio de 1917 en Fresno, California. Sus padres habían huido de Armenia, eran supervivientes del Genocidio Armenio cometido por Turquía desde 1895 hasta 1923. Fue piloto durante la II Guerra Mundial y al acabar la guerra fundó su primera empresa de vuelos charter, Transinternational Airlines. Kerkorian ha abarcado campos tan distintos como aerolíneas comerciales, hoteles y centros de entretenimiento o la industria dek automóvil, un mercado donde parece haber salido escarmentado. Junto a Martin Stern es considerado el "padre" de la ciudad de Las Vegas. Kerkorian es dueño de varios casinos y hoteles, entre ellos el famoso MGM. La iniciativa de su empresa Tracinda, un holding de inversiones que se compone de los nombres de sus hijas, Tracy y Linda, lleva el toque personal del armenio y reflejan que es un jugador que sabe apostar fuerte. Su predilección por las compañías automovilísticas ha sido una de las principales fijaciones de este multimillonario, pero siempre han estado envueltas en polémicas. A finales de los años 1990, Kerkorian intentó hacerse con el Grupo Chrysler pero en 1998 la alemana Daimler Benz se hizo con el tercer fabricante estadounidense en una operación que fue calificada como una fusión. Kerkorian, que por aquel entonces era uno de los mayores accionistas privados de Chrysler, acusó a Daimler Benz de engañarle, al considerar que la compañía alemana en realidad absorbió al grupo Chrysler para evitar pagar 10.000 millones de dólares en bonificaciones. 


Por supuesto, los líos de faldas también han estado presentes en la vida de Kerkorian. Cuando durante el 2001 su tercera esposa, Lisa Bonder, ex jugadora de tenis de 48 años, le quiso endosar una paternidad que no era suya, se negó a aceptar al niño y no dudó en declarar públicamente que no era fértil. Kerkorian es considerado un héroe nacional en Armenia. Su fundación Lincy cada año invierte millones de dólares en Armenia y sus infraestructuras, obras de beneficiencia, construcción de hospitales y carreteras. También se conoce su enorme aportación tras la caída de la Unión Soviética cuando Armenia estaba inmersa en una guerra desigual contra Azerbaiyán por el territorio del Alto Karabaj (Artsaj).

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